La comedia romántica con los grandes éxitos de Hombres G

diciembre 11, 2022

Una de las formas más bonitas para recordar y exaltar a cantantes y grupos de música es creando largometrajes que incorporen sus canciones más emblemáticas. No hablo de biopics como Bohemian Rhapsody (Bryan Singer, 2018) o Rocketman (Dexyer Fletcher, 2019). Hablo de historias independientes que aúnan la trama y la música de un artista para crear una historia. Uno de los ejemplos más conocido es Mamma mia! (Phyllida Lloyd, 2008) al ritmo de ABBA. Aun así, este género no tiene mucho éxito en España. Los números recaudados con Explota Explota (Nacho Álvarez, 2020) al compás de Raffaella Carrà lo demuestran. Ahora ha llegado el turno de los grandes éxitos de Hombres G con Voy a pasármelo bien, la película que dirige David Serrano y que ya está disponible en Amazon Prime Video.

Voy a pasármelo bien es una película para todas las generaciones. No importa que el espectador no haya crecido escuchando El ataque de las chicas cocodrilo, Marta tiene un marcapasos o Devuélveme a mi chica. La historia engancha por el interés romántico, la amistad y las aventuras de los protagonistas, tanto sus versiones jóvenes como adultas. La parte musical, aunque sí que acompaña algunas escenas, está relevada a un segundo plano para no agobiar al público. Una pena cuando las calles de Valladolid son testigo de coreografías dignas del género. Eso sí, las pocas que hay encajan y están colocadas donde tienen que estar.

Nunca han sido los guapos del barrio

El filme utiliza dos líneas temporales para contagiar al público el entusiasmo de los personajes. Los tonos cálidos representan la época de 1989 en Valladolid. Layla (Karla Souza), nueva en la ciudad, llega a Octavo de E.G.B. y David (Raúl Arévalo) no puede evitar que la chica le guste. El joven, guiado por los malos consejos de sus amigos (como los de Stranger Things, pero sin elementos paranormales), intenta conquistarla sin mucho éxito. Al grupo les une la música de Hombres G que, entre varios usos, les sirve para olvidarse de los abusones del colegio.


Es por medio de las canciones, los tonos fríos y los fundidos cuando se intercala la segunda época de la historia. El grupo de amigos (Pitus, como se llamaban en el colegio) vuelve a reunirse casi treinta años después. David ahora es un escritor sin ideas y Layla es una directora de cine ganadora de un Oscar. Será la música de Hombres G la que les haga recordar que el tiempo ha pasado, pero los sentimientos no. Por otro lado, aunque la parte musical acompañe más a la juventud de 1989, unos años después los personajes adultos también disfrutarán de ella.

Déjame que te diga...

La película hace honor a su título gracias al reparto de chavales brillantes. Su punto fuerte. La joya de la corona es, sin duda, Luis (Rodrigo Gibaja). Un personaje secundario, pero es el que más atrae a la cámara y con el que el público más se va a identificar. Luis es la piedra angular que une al grupo. Luis es un soplo de aire fresco para este largometraje. Luis es el que utiliza el humor para tapar los problemas personales que tiene detrás. Lo hace con desparpajo a base de ¿pero qué Pretenders?, Okey Makey y ¿de qué vas, biterkas?, que lo acompañarán hasta en su versión adulta interpretada por Raúl Jiménez.

En este caso, los adultos lidian con la parte dramática del largometraje mientras que la juventud brega con la diversión y los matones. Aunque Voy a pasármelo bien tiene como eje principal ser una comedia romántica en las dos líneas temporales, uno de los temas que muestra en 1989 es el bullying, la pérdida y la amistad. Por otro lado, la parte madura mantiene un tono más amargo en comparación con la infancia al mostrar que los caminos se separan al crecer, pero sostiene la diversión que el filme promete. Y más al crear la incertidumbre de si al final la parte romántica vencerá entre los protagonistas.

Valoración


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