La industria del cine se funde a negro

julio 07, 2021

Los ingresos cinematográficos caen un 74 % en 2020 debido a la COVID-19

El sector cinematográfico no levanta cabeza. Productores, distribuidoras, el equipo de personal técnico... han visto cómo la industria del cine se ha fundido a negro. La COVID-19 hizo que en marzo del año pasado se decretara un estado de alarma que paró a medio mundo. Un centenar de películas, series y otros proyectos audiovisuales tuvieron que detenerse, provocando el retraso de sus estrenos y la quiebra en algunas empresas. El cineasta Santiago Segura confesó en una entrevista que le daba entre miedo y pena que las salas de cine muriesen.


Y el miedo de Segura se está haciendo realidad. Las salas cerraron sus puertas sin saber muy bien cuándo volverían a abrir. Poco a poco han intentado volver a la normalidad, pero los largometrajes, según los datos publicados por el Ministerio de Cultura y Deporte (MCD), han pasado de recaudar 615 millones de euros en 2019 a 161 millones en 2020. Una caída de un 74 % en todo el mundo y de un 54 % en España. A este contratiempo se suma el hecho de que, ahora, las películas pasan a estrenarse directamente en las plataformas en streaming.

Los datos sobre el dinero recaudado por los largometrajes en España y en películas extranjeras.

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del MCD


Los espectadores tampoco han vuelto al cine. 2019 fue el mejor año en niveles de audiencia al registrarse un total de 104’9 millones de asistentes. El mejor resultado en los últimos diez años. Las cifras de 2020 demuestran el impacto que ha tenido -y sigue teniendo- la COVID-19 en el sector audiovisual. La caída del público también ha sido del 74 % en relación con 2019, solo 27 millones de personas se pasaron por el cine y, de estos, 6’8 millones en España.


Todavía hay esperanza. Durante la pandemia solo han cerrado definitivamente cuatro salas de cine, de acuerdo con la Federación de Cines de España (FECE) y los datos publicados por el MCD. Aún así, los exhibidores reclaman un plan de ayudas ante el cambio que está sufriendo el mercado cinematográfico.

 

¿Qué pasará con los cines en 2021?

El año ya va casi por la mitad y el hábito de asistencia, según los datos publicados por el Estudio General de Medios (EGM), está cayendo en picado. A finales de 2019 el cine tenía un 5 % de espectadores a la semana, siendo la televisión, con un 85 %, la que ganaba en audiencia. A principios de 2020, antes de decretarse el estado de alarma, solo el 1’2 % de personas se decidían por ver una película en la gran pantalla. Ahora, las primeras cifras de 2021 revelan una caída de cuatro puntos en menos de dos años, es decir, solo un 0’5% de visitantes cada siete días. 

 

Esto se debe a que, durante el confinamiento y a causa de las restricciones sanitarias, muchas películas que se iban a estrenar tuvieron que ser aplazadas. Este ha sido el caso de grandes producciones como Black Widow (Cate Shortland), Dune (Denis Villeneuve) The French Dispatch (Wes Anderson). Por tanto, cuando las salas volvieron a abrir solo había reestrenos. CINESA, entre otros, para animar al público a volver, exhibió toda la filmografía de Marvel.

 

A día de hoy, siguiendo esta idea, desde la Federación de Cines de España (FECE) se ha llegado a un acuerdo para volver a llevar a las salas de cine españolas la trilogía de El señor de los Anillos a lo largo de mayo. Así se celebrarán los 20 años de su estreno con las versiones extendidas y remasterizadas en 4K junto con la intención de que la gente vuelva a disfrutar de las películas a lo grande. 

 

El cine no para de reinventarse para llamar la atención del público, pero, como se ve en los datos, sigue sin ser suficiente. Y más ahora con el auge de las plataformas en streaming. El EGM revela que el 52’3 % de los españoles se ha decantado por el contenido en diferido en 2020. La que más destaca es Netflix con un 44’9 % de usuarios, seguida de Amazon Prime Video con un 25’4 %.

 

Las productoras quieren ser amigas del streaming

Las plataformas digitales estrenaron el contenido que tenían programado cuando la gente estaba confinada. Y, con esto, el número de usuarios y de ingresos empezó a subir. Por ejemplo, mientras las salas de cine no tenían beneficios, a finales de 2020 los ingresos de Netflix ascendieron a casi 25 millones de euros, 4 millones más que en 2019. Este año tampoco parece que le vaya a ir mal. Solo en los primeros tres meses de 2021 sus cifras ya han llegado a los 7 millones, según los datos publicados por la propia empresa.

 

Viendo la caída de espectadores en los cines y el aumento de los usuarios, los grandes estudios cinematográficos se han planteado estrenar sus contenidos solo en las plataformas. El primero en decidirse fue Disney, que estrenó Mulán y Soul exclusivamente en Disney+. Los resultados no fueron los esperados porque para acceder a las películas, aunque ya fueses usuario, había que pagar 29,99 € adicionales. Ahora, la empresa lo volverá a repetir con Cruella. Sony también ha llegado a un acuerdo con Amazon para saltarse el estreno en cines y lanzar Cinderella directamente en la plataforma.

 

Siguiendo este modelo, Warner, una de las grandes productoras y distribuidoras en el sector cinematográfico, estrenará 17 grandes lanzamientos a la vez -de los que se quedaron pendientes en 2020- en salas y en la plataforma HBO Max. Los exhibidores se quejan porque así no se incita al público a acudir a los cines y se pierden otro tipo de empleos. Las «majors» estadounidenses piensan en sus propios ingresos porque -como es el caso de Disney-, estrenando de esta manera, sus ganancias son limpias y no pasan por terceros.

 

El futuro del sector cinematográfico está en pausa

Aunque el Ministerio de Cultura y Deporte todavía no ha publicado las cifras de este año, está claro que el sector cinematográfico, en estos momentos, no es rentable para todos. Por tanto, aunque haya grandes cantidades de oferta, si el nivel de demanda no sube y, además, se continúa con las medidas de restricción planteadas hasta ahora, puede que la industria cinematográfica tarde muchos años en recomponerse. A no ser que se llegue a un acuerdo entre la proyección de películas en los cines y las plataformas en streaming. Solo queda esperar a que las «majors» de Hollywood no se olviden de las salas de cine.




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