¿Sigues queriendo ser una del club?

enero 31, 2021

«Si lo quieres, tú lo serás. Una del club, ¡WINX!». Así empieza la intro de una de las series que marcó nuestra adolescencia. Me incluyo. Sin embargo, lejos quedan las hadas del Winx Club de la nueva generación de hadas de Alfea. Y es que la reciente serie de Netflix, «Destino: La saga Winx», mezcla fantasía con acción y lo que supone ser un adolescente en la actualidad. Sí que es verdad que la ambientación junto con los efectos especiales tienen un aire a los de la serie Shadowhunters y un poco de Harry Potter -aunque tampoco mucho-.

Portada «Destino: La saga Winx»– Netflix

Si hacemos memoria, la serie animada «Winx Club» cuenta las aventuras de un grupo de hadas que tenían poderes relacionados con los elementos naturales, aunque también entraba la tecnología y la danza. Ahora, en el live action, nos volvemos a encontrar con Bloom, Musa, Stella y Aisha (Layla). Pero, ¿dónde están Flora y Tecna? ¿Qué ha pasado con los especialistas? ¿Y con las alas?

«Destino: La saga Winx» es mucho más realista que su predecesora. Ya no hay faldas cortas, cinturas de avispa, purpurina y tampoco colores vivos -aunque esto moleste a algunos fans de la saga inicial-. Estas nuevas hadas se enfrentan a traumas, adicciones e incluso a la muerte. La gama cromática ha cambiado a tonos más oscuros. Las hadas han vivido una evolución y esto ha hecho, en cierto modo, que -en un principio- ya no haya alas. Las Winx de nuestra infancia se han quedado atrás y nos han mostrado una versión más «adulta».

El cast de «Destino: La saga Winx» - Netflix

Esta evolución ha hecho que varios personajes se queden atrás, como el caso de Tecna. También me duele, pero los productores no han descartado que no aparezca en las próximas temporadas. En cuanto a Flora, no la tenemos a ella, pero sí a su prima Terra, que comparte los mismos poderes y, en cierto modo, la misma personalidad. En Terra encontramos la inseguridad de los cuerpos no normativos y que, con el paso de los capítulos y con la ayuda de sus nuevas amigas, empezará a creer en ella. 

No obstante, «Destino: La saga Winx» sigue la trama inicial de la serie en la que se inspiró. Se nos presenta a Bloom (Abigail Cowen), una adolescente que ha descubierto que tiene el poder del fuego por medio de un accidente. A raíz de esto es enviada a Alfea, una academia que ayuda a las hadas a controlar sus poderes situada en un mundo mágico que la protagonista desconoce. Es allí donde conocerá a su nuevo grupo de amigas con poderes distintos al suyo: Terra (tierra), Musa (mente), Stella (luz) y Aisha (agua). Bloom también conocerá a los especialistas, personajes a los que entrenan para el combate. Al contrario de todos los que había en la serie original, en esta temporada solo veremos a Sky y Riven.

Primer capítulo Winx Club - Instagram @WinxClub

En cuanto a los antagonistas de esta temporada de «Destino: La saga Winx», en la serie original teníamos como villanas a las Trix, un grupo de tres brujas (Icy, Stormy y Darcy). En la nueva serie de Netflix se han fusionado en Beatrix, un hada capaz de generar descargas eléctricas. No obstante, el principal peligro de las nuevas Winx son The Burned Ones (los quemados). Unos monstruos parecidos al demogorgon de Stranger Things. Estos se caracterizan por contagiar a toda persona a la que hieran.

Para terminar, la nueva serie de Netflix es parecida a «Winx Club», aunque parece que quiere crear un «universo» distinto, no depender de la original. Entre los nuevos temas principales y secundarios se encuentran las adicciones a las drogas y el alcohol, la baja autoestima y los traumas -ya sean familiares o adolescentes-. Esto también ha hecho que los personajes tengan cuerpos realistas y diversos. Otra característica que llama la atención en «Destino: La saga Winx» es que dentro de los especialistas hay mujeres y dentro de la escuela de hadas hay hombres. Cosa que no pasaba en «Winx Club». ¿Qué os ha parecido a vosotros la nueva serie de las Winx? ¿Seguís queriendo ser una del club? Contadme, os leo.

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